Me llamo Gabriel, soy de Venezuela, vivo actualmente en Estados Unidos y soy fan de Pokémon desde aproximadamente 2007, cuando me regalaron mi primera Nintendo DS, con New Super Mario Bros, Pokémon Diamante y Pokémon Ranger.

Mi curiosidad por los videojuegos en general comenzó cuando internet empezaba a crecer en mi país en los años 2000 y mis padres compraron una computadora para casa. Recuerdo pasar horas en ella viendo videos de YouTube (sobre todo esos AMV de Pokémon con canciones de Linkin Park), jugando juegos Flash e incluso yendo a cibercafés para aprender más sobre lo que le gustaba a un niño de esa época.

De niño, jugué muchos juegos diferentes en consolas más nuevas como Wii, 3DS, PlayStation, Xbox, etc., pero siempre tuve ese interés específico por Pokémon. Jugué desde la primera hasta la quinta generación; no tenía esa motivación (es decir, la época de la madurez) ni el dinero para seguir jugando en las otras generaciones. Mi abuelo coleccionaba un montón de cosas, desde cromos deportivos hasta figuras de acción, juguetes antiguos, Hot Wheels y más. Desde niño, veía cómo su colección crecía cada vez más; incluso tenía su propia juguetería. Uno de sus mejores recuerdos es el momento en que me regaló un sobre de refuerzo del Shadowless Base Set; para entonces, no era consciente de su importancia.

Íbamos a la Comic-Con todos los años en Caracas, lo que me llenaba de alegría y de alegría. Jugué varios torneos allí y perdí (era muy ingenuo con las estadísticas y todo eso, jugaba con lo que tenía) y él estaba allí, dándome motivación. Tras su muerte, supe, después de todo el tiempo que compartimos juntos, que él me enseñó el verdadero valor de cuidar lo que tienes a lo largo del tiempo, de seguir intentándolo sin importar cuántas veces pierdas o caigas, y de hacer lo que te gusta, no lo que les gusta a los demás. Mi mejor amigo.

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De vuelta en 2024, ya vivía en Estados Unidos y tenía más recursos económicos. Empecé a ver a mucha gente hablando de la colección 151 en redes sociales y me impresionaron las ilustraciones y la nostalgia que me trajo. Sin dudarlo, compré algunos sobres y empecé a abrirlos uno tras otro, incluso sacando algunas cartas de Chase y guardándolas en fundas de un centavo y de carga superior, reviviendo esa infancia que llevo dentro.

He ido abriendo más colecciones desde aquel momento con mi esposa (ella es la que saca las mejores cartas). Un día, después de ir a unas convenciones, me dio la idea de abrir una tienda de cartas. En ese momento recordé el consejo de mi abuelo y, sin pensarlo mucho, nació GabosTCG.